ESPIRITUALIDAD AZTECA,
ESPIRITUALIDAD UNIVERSAL
(Parte 2)
“Sin embargo, cuando se trata de considerar la visión que ellos tenían de ese mundo y de sí mismos, los autores que lo hacen, casi unánimemente, los juzgan como salvajes rudimentarios, ocupados sólo en pensar la posibilidad de que la tierra fecundada por las lluvias les rindiera los frutos de que principalmente se alimentaban... Bajo el pretexto de que constituían comunidades agrícolas, se les reducen todas sus fuerzas espirituales, la totalidad de sus concepciones religiosas y metafísicas, a un primitivo afán de alimentación material que sería para ellos el núcleo y la periferia de su existencia... Salvo alguna excepción, en todos los autores se encuentra esta inexplicable oscuridad de juicio”...
El profesor Bonifaz Nuño, en su libro “Imagen de Tláloc”, demuestra sin duda esta sabiduría excepcional de los aztecas y, en conjunto, de todas las culturas mesoamericanas. Así resume él mismo todos sus hallazgos:
“En una relación de grandiosa simpleza, se expone la situación universal en un momento previo a la creación del cielo y la tierra; esto es, del mundo.
“Como en otras religiones fundamentales, hay una presencia divina agitándose sobre la superficie de aguas increadas. En esta relación, la presencia divina es doble; es decir, el dios se manifiesta desdoblado en sus dos principios contrarios, activo y pasivo, positivo y negativo, masculino y femenino, destinados a conciliarse en el momento definitivo.
Detengámonos aquí, por un momento, pues este texto y los que siguen son capitales para la comprensión de
Por eso, Bonifaz Nuño continúa:
“Pero en el punto de que se trata, aparece como dos dioses distintos. Entre ambos encuentran a una tercera entidad, que a la vez tiene en sí las cualidades de los dos primeros: es a la vez hombre y mujer, a un tiempo afirma y niega, actúa y se aquieta. Es ambas cosas y, simultáneamente, no es una ni otra.
“Esta entidad, por otra parte, tiene figura humana: lo revela el hecho de que se mueve y camina con dos brazos y dos piernas.
“Encontrada, así, esta bisexuada, neutra entidad, los dos dioses la toman y la traen a esa superficie líquida cuyo creador es para todos desconocido.
“La tercer entidad, además, tiene en sus coyunturas ojos y bocas feroces; bocas que se enfurecen y muerden el vacío como bestias salvajes.
“Traída, pues, a las aguas, la entidad camina sobre ellas. Y los dioses, iniciada así su obra, la contemplan.
“Miran sobre todo las bocas que hacen móviles y vivas sus articulaciones, como si en ellas quisieran reconocerse.
“Ahora lo saben: están destinados, por sí mismos, a la labor de crear. Y esa labor les es posible y próxima merced al parentesco que han reconocido entre ellos y la entidad tercera.
“Hay, en este punto, tres elementos que han comenzado una alianza decisiva: dos dioses vueltos en serpientes, una figura humana que se mueve merced a articulaciones que sin duda, así lo muestra el sentido de la metamorfosis de los dioses, son partes de serpiente.
(El tema continuará próximamente)
Álvaro, Diácono en Resistencia
2 comentarios:
Me ha gustado leer este post
y me ha recordado que la ciencia sin la religión no es nada..
Entiéndase como religión lo que en realidad torna a unir con dios Re-ligar.
Porque cuando se rompe esa comunión, cuando se desliga la ciencia de la religión se apaga la luz del corazón, se apaga la conciencia que es la ciencia con nos.
Exacto, amigo... Porque lo que está unido no puede separarse sin que "se apague la luz del corazón"... Gracias por tu comentario!
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